Articulo tomado de BBC Mundo.
Los cubanos que hallaron sus
raíces en Sierra Leona
por Sarah Rainsford
BBC
Por décadas, los Ganga-Longoba de Perico, en Cuba, han
estado entonando los mismos cánticos, siguiendo una tradición de generaciones.
Pero hasta hace poco, esta comunidad afrocubana, que
practica rituales de la tradición Yoruba, del oeste africano, sabía muy poco
del origen de estas canciones o de sus ancestros.
"Cuando filmé por primera vez a los Ganga-Longoba creía
que sus ceremonias eran una mezcla de ritos de diferentes grupos étnicos. No
tenía ni la más mínima idea de que una gran cantidad de canciones Ganga
procedían solamente de una comunidad. Esto es muy inusual"
Emma
Christopher, Universidad de Sídney
Ahora, gracias al trabajo de una académica
australiana, los Ganga de Cuba creen que sus raíces están en una remota
comunidad de Sierra Leona donde sus ancestros fueron vendidos como esclavos
hace más de 170 años.
"Cuando filmé por primera vez a los Ganga-Longoba
creía que sus ceremonias eran una mezcla de ritos de diferentes grupos
étnicos", dice la historiadora Emma Christopher de la Universidad de
Sídney.
"No tenía ni la más mínima idea de que una gran
cantidad de canciones Ganga procedían solamente de una comunidad. Esto es muy
inusual", agrega.
El descubrimiento se produjo cuando un grupo de
Liberia vio imágenes de video de una ceremonia cubana y reconoció en ella parte
de un ritual local.
Decidida a encontrar el origen exacto de las
canciones, la investigadora pasó dos años mostrando las imágenes en toda la
región hasta que confirmó que los cubanos estaban cantando canciones en un
idioma similar al de un grupo étnico extinguido debido al comercio esclavo.
Las canciones que los cubanos mantuvieron con vida son
en Banta, un idioma que está casi extinguido en África.
Sus investigaciones la llevaron finalmente hasta
Mokpangumba, donde los miembros de la comunidad identificaron no solo la lengua
Banta sino también canciones y bailes de sus propios rituales de iniciación de
una sociedad secreta que practica la sanación.
"En ese momento ellos exclamaron: son como
nosotros", recuerda Christopher, describiendo cómo los africanos
comenzaron a cantar y a bailar al unísono con las imágenes cubanas.
Identificaron nueve canciones en total, pese a que las
letras de algunas habían cambiado con el tiempo y la distancia. Para los
miembros de esa comunidad fue una evidencia contundente de que la gente de
Perico era parte de su familia.
Resguardando la Tradición
Durante más de tres siglos de comercio transatlántico
poco menos de un millón de esclavos fueron trasladados a Cuba.
La mayoría fueron traficados en el siglo XIX como mano
esclava para trabajar en las vastas plantaciones de azúcar de la isla.
Christopher identificó a una mujer, conocida por el
nombre esclavo de Josefa, como el vínculo más probable entre Perico y Sierra
Leona.
Se cree que llegó en la década de 1830 cuando el
Puerto de las Gallinas, a donde llegaban los esclavos, tenía más actividad.
El dueño de la plantación local incluyó a Josefa Ganga
en la lista de sus propiedades de su testamento: debajo de su propiedad
inmobiliaria y por encima del ganado.
Josefa vivió por muchos años y fue testigo de la
abolición de la esclavitud en Cuba en 1886, excediendo por mucho la expectativa
de vida de siete años de los esclavos en Cuba –donde las condiciones eran
brutales- y logró preservar las canciones y tradiciones de su comunidad.
Familia Dividida
"Alguien dijo en una ocasión que veníamos de Congo,
pero yo siempre dudé. Me fastidiaba eso. Quería saber de dónde vengo"
Alfredo Duquesne, artista cubano
"Alguien
dijo en una ocasión que veníamos de Congo, pero yo siempre dudé", dice
Alfredo Duquesne, un artista cuyas obras han estado siempre inspiradas en temas
africanos pero que no sabía sus propios orígenes.
"Me fastidiaba eso. Quería saber de dónde vengo",
explica en su casa profusamente decorada con esculturas de madera, y situada
cerca de donde sus ancestros trabajaban en las plantaciones azucareras.
La plantación Santa Elena no existe desde hace muchos
años, pero los descendientes de muchos de los esclavos que trabajaron allí aún
permanecen en Perico, incluyendo el grupo denominado Ganga.
Gracias a cómo se conservaron las tradiciones los
cubanos pudieron finalmente conocer su origen.
Todos los años en diciembre, se reúnen para venerar a
Yebbe como los Ganga llaman a San Lázaro, en una ceremonia que incluye baile y
danza, y que ha permanecido intacta durante décadas.
A San Lázaro se le atribuye la cura de enfermedades y
es venerado tanto por la Iglesia Católica como por las tradiciones sincréticas
en Cuba.
Florinda Diago, quien se cree era la biznieta de
Josefa, fue quien preservó esta tradición en Cuba.
Diago posteriormente le encomendó esta tarea a la
actual gran dama de la comunidad Ganga, una frágil, pero energética mujer de
unos 80 años llamada Piyuya.
Los secretos curativos se han perdido, pero Piyuya
puede todavía entonar cánticos de lamento y de celebración por los muertos.
En los años 80 escribió las letras de estas canciones
por primera vez, junto a unos dibujos a mano de flores, en una libreta que
ahora luce raída y amarillenta.
Viaje Inverso
Organizar una reunión de esta "familia
dividida" no fue fácil, dadas las restricciones de viaje vigentes en Cuba
en ese entonces, pero los cubanos eventualmente hicieron el recorrido de sus
ancestros, pero en la otra dirección, hacia Sierra Leona.
"Cuando abrí la boca para cantar, ellos estaban
ahí observando", recuerda Elvira Fumero cuando relata su llegada a
Mokpangumba.
"Entonces fue como una explosión. Ellos empezaron
a cantar en respuesta y a bailar conmigo. Y en ese momento supe que de aquí
había venido la Ganga", dice sonriendo.
"Fue como si me hubiera ido de allí el fin de semana
anterior. Toqué el suelo y pensé 'esto es; he vuelto'"
Alfredo
Duquesne, artista cubano.
El viaje de estos cubanos a África para descubrir sus
raíces fue capturado en un documental de la investigadora australiana que
muestra a los dos grupos cantando y celebrando unidos, y compartiendo otras
tradiciones modernas como el béisbol.
Todavía es una experiencia extraña para muchos
afrocubanos.
"Cuba quedó distanciada de otros países en un
momento en que otras naciones en el continente americano vivían un proceso de
'orgullo negro' y de reclamo de justicia de muchos grupos de origen afro por lo
que sucedió con sus ancestros", señala Christopher, quien destaca que la
revolución cubana de 1950 declaró al racismo como un problema resuelto.
"Eso dejó a muchos afrocubanos a la deriva, sin
saber cómo celebrar sus orígenes y mostrar orgullo por sus raíces".
Mientras que muchos cubanos de descendencia española
se han apresurado a reclamar su origen y a obtener sus correspondientes
pasaportes, los afrocubanos no han respondido igual.
Pero para Alfredo Duquesne, la visita a Sierra Leona
cambió todo. "Fue como si me hubiera ido de allí el fin de semana
anterior. Toqué el suelo y pensé 'esto es; he vuelto'", dice y describe la
paz que siente después de esta experiencia.
"Al fin se quién soy", dice Alfredo.
"Ya no soy un extraño".